Desafortunadamente, su padre no era tan fácil de engañar.
-Lennie, solo porque el estado de Massachusetts crea que los adolescentes de dieciséis años pueden conducir... -empezó Jerry.
-Casi diecisiete -le recordó Helena.
-...no significa que esté de acuerdo -finalizó. Jerry llevaba ventaja, pero ella se resistía a darlo todo por perdido.
-Ya sabes que el Cerdo solo aguantará un año más, dos como mucho -insistió Helena refiriéndose al viejo Jeep Wrangler que su padre conducía y que sospechaba que podría haber estado aparcado en el castillo donde se firmó la Carta Magna--. Piensa en todo el dinero en gasolina que nos ahorraríamos si compráramos un híbrido, o incluso un coche eléctrico, papá.
-Ajá... -fue todo lo que dijo su padre.
Ahora sí había perdido definitivamente.
Helena Hamilton refunfuñó para sí misma y desvió la mirada hacia la verja del transbordador que la iba a llevar de nuevo a Nantucket. Un año más se repetía la misma historia; iría al instituto en bicicleta y en noviembre, cuando la capa de nieve fuera demasiado gruesa, se vería obligada a pedirle a alguien que la llevara o, peor aún, a coger el autobús. Con solo pensar- 〉〉〉
Ya nos contaras que te ha parecido enteritooo
ResponderEliminarUnsaludo
¡Holaa! Pues se ve interesante el inicio del libro ;) Jajaja, me dio risa la convivencia de padre e hija jajaja, pobre, no le dejaron tener el coche :P
ResponderEliminar¡Beesos! :3
Hola!! es un gran entrada <3
ResponderEliminarse lee bastante interesante xD
¡Hola! No conocía el libro pero tiene buena pinta^^.
ResponderEliminarUn beso n.n
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que sí que tiene muy buena pinta, por lo que no descarto leerlo.
Un abrazo <3
Me queda por leer el tercero!! a ver si me pongo!
ResponderEliminarUn besoi!